Esta tía olvido cerrar la puerta de su habitación. ¿Adrede o no? Nunca lo sabremos. Puede que sea tan guarra que su objetivo fuese llamar la atención para recibir una buena follada. ¿Quién sabe? Lo cierto es que su compañero de piso al oír la música de su compañera fue a pedir que la quitase. Estaba trabajando y le resultaba molesto. Pero al llegar a la habitación de la chica, se la encuentra tocándose su chocho como una posesa. Su polla no tardo nada en reaccionar poniéndose durísima. Se la tuvo que sacar, pero ella al verle, no le dijo nada. Simplemente se acerco gateando y empezó a mamarle su enorme pollón. Con tantas ansias, se nota que estaba cansada de tocarse, necesitaba una buena polla de verdad. Después, el muy cachondo del tío se la follará a cuatro patitas, como una perrita. Seguirá follandosela, hasta que no pueda aguantar, y tenga que correrse en su boca. Esta increíble morena estará esperando la lefa de rodillas, con la boca abiertas y su lengua esperando la corrida. ¡No seas impaciente puta!